Pahuatlán


En la oficina de turismo de la Presidencia Municipal, a un costado del Templo de Santiago Apóstol, patrono del pueblo, nos ofrecieron un interesante recorrido. Realizamos una caminata de 3 km desde la plaza de Pahuatlán hasta el Puente Colgante Miguel Hidalgo y Costilla. Éste une a la comunidad de Pahuatlán del Valle con Xolotla y pasa por encima del río Pahuatiltla. Vale mucho la pena tomarse un retrato con él, pues mide 36 metros de altura y 60 metros de largo, tiene más de 50 años y recientemente se rehabilitó en su totalidad. Nos contaron que en Semana Santa se instala un bungee aquí.
Iniciamos el día en una de las panaderías de Pahuatlán. Conforme nos acercábamos el olor nos hizo despertar. Una vez dentro, los panaderos nos enseñaron todo el proceso, desde cómo amasarlo hasta meterlo con la pala al horno de leña. Para acompañar semejante delicia, compramos un atole de piña calientito, aunque también había de cacahuate, cacao y mora. Al final decidimos comprar más pan porque la siguiente parada sería un beneficio de café.

Llegando al beneficio de Don Conche Tellez nos dieron una explicación de todo el proceso que se requiere para la elaboración del café: la extracción de la pulpa, la fermentación, el lavado, secado, pelado y, por último, el tostado. El café que se produce en la región es arábigo, pero también hay de las denominaciones caturra y borbón.

Después del recorrido nos invitaron a una cata donde nos ayudaron a identificar las características de una buena taza de café, según su grado de acidez, su cuerpo y aroma. Te sugerimos no perder la oportunidad de comprar café recién tostado.


La tradición artesanal de origen prehispánico se ha transmitido de generación en generación desde hace siglos; aún se hace con fines ceremoniales como ofrenda y representación de los dioses. Sin embargo, actualmente el restante se vende al exterior o se usa como insumo para crear otras artesanías.

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